Una
vez finalizado el traslado, comenzó su nuevo periplo en la disciplina del club
lisboeta a partir de la temporada 1997-98. Allí le asignaron, junto al
resto de sus compañeros, psicólogos, tutores personalizados que le orientaban
en sus estudios y médicos que observaban su crecimiento físico. Todo ello
contribuyó a su formación como persona y como futbolista.
Cuando
Cristiano Ronaldo tenía quince años, fue diagnosticado un problema de corazón
que pudo haberle forzado a retirarse de jugar fútbol. El Sporting de Lisboa
informó a la madre de Cristiano Ronaldo cual era el problema, que, conscientes
de los riesgos, le dio permiso para ir al hospital. A continuación, se sometió
a una operación en la que analizó a través de cirugía láser el área del corazón
que estaba causando el problema. La cirugía se realizó por la mañana y
Cristiano Ronaldo, fue dado de alta del hospital la misma tarde y pocos días
después volvió a entrenar.
Sin
duda, su gran desarrollo futbolístico le acabó llevando a jugar sus primeros
minutos como profesional cuando contaba con tan sólo 17 años de edad en el
partido de clasificación para la Liga de Campeones de la UEFA del 14
de agosto de 2002 frente al F. C. Internazionale. Su debut en Primera
División se produjo el 30 de septiembre frente al Sporting
Clube de Braga en la que su equipo cayó derrotado por 4-2. Sin embargo, en
su segundo partido de Liga jugado el 7 de octubre ante el Moreirense
Futebol Clube. Cristiano anotó dos goles en el 3-0 final merced a los
cuales causó entre afición y prensa una grata impresión, pasando a formar parte
del grupo de habituales del primer equipo del Sporting.
Cristiano
Ronaldo se convitió en el primer jugador en jugar en una temporada en los
juveniles del Sporting, en el equipo filial y en el primer equipo lisboeta.
Antes de su primera temporada el equipo ganó la la Liga, la Copa de
Portugal y la Supercopa.
Fue
observado por primera vez por Gérard Houllier el gerente del Liverpool
F.C. pero se negó a ficharlo por considerarlo demasiado joven y que aún
tenía que desarrollar más sus habilidades. Sin embargo en verano de 2003,
Sporting de Lisboa y Manchester United Football Club disputaron un
encuentro amistoso con motivo de la inauguración del Estadio José
Alvalade para la Eurocopa 2004. En ese partido el joven extremo cuajó
una magnífica actuación que asombraría tanto a los propios jugadores rivales
como a su entrenador Alex Ferguson, que consiguió el traspaso del
portugués al club inglés poco después en ese mismo verano.